Anoche por primera vez probé la leche orgánica. No noté ninguna diferencia en el sabor comparada con la leche regular. Leí la etiqueta y la comparé con la de la leche regular…tampoco había diferencia. Decidí leer más sobre la leche orgánica y sus diferencias, y esto es lo que encontré:
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la leche sólo puede llevar la etiqueta de orgánica si las vacas han sido alimentadas exclusivamente con alimentos orgánicos, no han recibido hormonas sintéticas, ni antibióticos, se cuidan en áreas con espacio adecuado y con acceso al aire libre. De hecho, la leche, ya sea orgánica o regular, es uno de los productos más analizados de los estantes del mercado.
Revisen la información nutricional. Las etiquetas de la leche regular y la orgánica muestran que son productos idénticos con respecto a su contenido de vitaminas, minerales y proteína. El contenido de grasa es similar según con el tipo de leche que se compare.
Una diferencia entre la leche orgánica y la convencional es el precio. Los altos costos en que incurren las granjas para seguir las recomendaciones requeridas para la certificación de orgánico resultan en un precio más alto. Otra diferencia es que la leche orgánica esta ultra pasteurizada (se calienta a alta temperatura por más tiempo) y durará más tiempo cuando no se abre comparada con la leche que se pasteriza usando métodos tradicionales.
La seguridad y la nutrición es similar. Sin embargo la demanda de la leche orgánica continúa aumentando. Muchos consumidores creen, a pesar de las evidencias en contra, que la leche orgánica es un producto más seguro y más completo. Los consumidores también seleccionan la leche orgánica, basados en la manera en que los animales certificados como orgánicos son tratados, el acceso a las áreas de pasoreo y las condiciones de menos hacinamiento. Otra razón es la de apoyar las prácticas de agricultura orgánica, que son más beneficiosas para el ambiente.
Al final la decisión es suya al elegir la leche orgánica o regular.